Las máquinas inerciales de radio fijo tienen la particularidad de que el eje es el mismo en toda la trayectoria del movimiento, haciendo que todas las variaciones de la máquina dependan de la capacidad del atleta para aplicar fuerza. Tienen por tanto una orientación más estructural a nivel muscular, volviéndose más lentos que los de polea cónica, permitiendo así un mayor tiempo de tensión debido a su menor aceleración. Esta característica fundamental requiere que se aplique una desmultiplicación de 1 x 2 para obligar al practicante a aplicar más fuerza y ​​aumentar el tiempo de tensión del movimiento completo.

Es importante recalcar que el movimiento a realizar -la sentadilla, o una de sus variantes- es un ejercicio en el que el cuerpo está sometido a la acción de la gravedad, por lo que en la fase concéntrica tendemos a oponer el movimiento, encerrándonos, mientras que en la fase excéntrica, la acción de la gravedad se combina con la fuerza generada por la velocidad de giro del volante, haciendo que la fase excéntrica sea más intensa y exigente que la concéntrica y técnicamente más compleja en su ejecución, ya que obliga al practicante a manejar la sobrecarga mientras mantiene la estabilidad.